Nota de la autora ~> Ya era hora de una renovación. Os haré un pequeño resumen de lo que pasó en capítulos anteriores para que no os perdáis, porque con lo que tardo en subir como para no perderse =_=''
PREVIOUSLY ON CHRONICLES OF UNDERWORLD(teníaquehacerlo): Scarlett ha tenido dos misteriosos accidentes en dos semanas que casi le cuestan la vida, uno de ellos al ser atacada por unos licántropos. De ambos la salvó un chico del que no sabe nada. Días después, Scarlett se encuentra en la ciudad al mismo chico siendo arrestado por unos Guardianes. Ella interviene. *Fin del resumen*
—¿Cuál es el problema aquí?
Los
Guardianes llamados Chelsea y Mark se pusieron inmediatamente tensos
al oír la tercera voz. Estaba claro que tenía algún tipo de
autoridad sobre ellos.
—Capitán.—dijo
la mujer a modo de saludo.
—Capitán.—repitió
el otro.
—¿Y
bien?
Fue
la mujer quien tomó la palabra para explicar la situación.
—Estábamos
deteniendo a este ente acusado de asesinato y robo, entre otros,
cuando esta niña salió de la nada y nos pidió que lo liberásemos.
—En
realidad yo solo solicité que se le salvase de la condena a
muerte...—intervino Scarlett en voz baja.
—Guarda
silencio, por favor.—dijo la mujer con aspereza.—Fue entonces
cuando vimos el medallón que porta. Es el símbolo de una Casa
fundadora.
—Mark,
si eres tan amable.
El
llamado Mark le pasó el medallón. El capitán leyó la inscripción
bajo la atenta mirada de Scarlett, quien estaba preocupada de que
rompieran su único tesoro.
La
suerte estuvo de su parte y en seguida se lo devolvió. A pesar de
ello se quedó unos segundos examinando su rostro con atención, lo
que la incomodó y la obligó a bajar la mirada.
—Disculpad
la rudeza de mis subordinados. ¿Tendríais la amabilidad de decirme
vuestro nombre?
—Scarlett.
El
hombre (Scarlett se imaginaba que rondaría la treintena) sonrió de
la forma en la que sonríen aquellos que saben algo que tú
desconoces.
—Sin
duda es un placer conoceros.
Scarlett
frunció el ceño algo confusa pero aceptó la mano que le tendía.
—I-Igualmente.
—Decidme,
Scarlett, ¿os importaría acompañarnos a la Casa Gris?
La
tranquilidad que le había proporcionado la llegada de aquel hombre
desapareció. Nadie iba a una Casa de Guardianes a menos que fueran a
encerrarte allí.
Debió
de haberse puesto pálida como la tiza, porque el hombre volvió a
hablar, esta vez con un tono incluso más suave que el anterior.
—Disculpadme
de nuevo. Hace no diez segundos criticaba las malas maneras de mis
compañeros y ahora actúo de la misma forma.—hizo una pequeña
pausa—Soy el capitán Dáranir Ahelod, líder de la Casa Gris de
Ozirian. Estos Guardianes son Chelsea Monger, mi segunda al mando, y
Mark Geneviev.
Chelsea
hizo un gesto de reconocimiento con la cabeza. No parecía contenta y
seguía sujetando al joven con firmeza. Scarlett se percató entonces
de la presencia del chico. Se había olvidado por completo de él con
la llegada del capitán.
Mark
se acercó a estrecharle la mano.
—No
tenemos intención de haceros ningún mal.—le aseguró Dáranir
Ahelod—Solo charlar en un sitio más adecuado y...privado.
Scarlett
asintió con timidez, convencida de que un Guardián, por muy
intimidante que fuera, no faltaría a su palabra.
—No
obstante, no puedo decir lo mismo de ti.
Su
atención cambió de Scarlett al joven atrapado.
—Escuchad
a la chica, capitán. Dice que le salvé la vida.—sonreía cansado,
como si estuviera demasiado acostumbrado a ese tipo de situaciones.
Chelsea
rodó los ojos. El capitán, por su parte, se cruzó de brazos y lo
encaró.
—Creo
que ya te recuerdo. Eres aquel híbrido que nos causó tantos
problemas al abusar de una criada de la reina Cala el mes pasado.
El
semblante del joven pelinegro se oscureció. Scarlett lo miró
horrorizada. ¿Estaba intentando salvar a un violador?
—Jamás
he tocado a una mujer sin su consentimiento. Y creo que yo también
recuerdo a esa chica.—bufó—Prácticamente se lanzó a mis
brazos. Acepté gustosamente, ¿y qué? ¿Desde cuándo tener vida
sexual es un delito?
—Desde
que es personal de palacio y nos informaron de tu crimen contra la
criada.
El
joven alzó ambas cejas con sorna.
—¿Dijo
algo la chica?
—Fue
despedida el mismo día. No hemos hablado con ella directamente.
—Ohhh,
espera un momento, voy a reorganizar los hechos.—sonreía, pero
parecía que el tema lo estaba cabreando—Yo, soy el que actúa en
contra de la mujer por tener una sana y consentida relación de una
noche con ella, y vosotros, los que ayudáis a parar esta barbaridad
dejándola sin trabajo. Porque, como todos obviamente sabemos, una
mujer no debería tener ese tipo de deseos impropios, sino que
debería reprimirlos y en todo caso, fingir una violación.
—¿Puedes
probar tu inocencia?—preguntó Dáranir.
—¿Puedes
probar mi culpabilidad?
—¡Responde
a lo que se te pregunta!—lo amenazó Chelsea.
—Sí.
Tan solo hay que hablar con la chica.—los Guardianes le lanzaron
miradas desconfiadas—Oh, por favor, no es como si me hubiera
follado a la reina.
Chelsea
le propinó un puñetazo en el estómago y el chico se encogió de
dolor. Scarlett creyó ver como se le tensaban los músculos, como si
estuviera controlándose para no hacer algo.
—¡Ten
respeto!
—Chelsea,
es suficiente.—dijo el capitán.—Por ahora lo llevaremos con
nosotros y lo interrogaremos allí. ¿Vendréis, Scarlett? Os di mi
palabra de no causaros mal. ¿Preciso hacer un Juramento de Sangre?
—¡N-no!
¡No es necesario! ¡Iré!
Dáranir
sonrió aliviado.
—Gracias.
—¿Al
menos puedo ir en mi caballo?—dijo el joven.
—¿Qué
caballo?—preguntó Mark mirando a su alrededor.—Esos dos son
nuestros.
Una
pareja de animales descansaba atada a un poste de madera. Al verse
observados soltaron un pequeño relincho. Scarlett sonrió
débilmente. La visión de las hermosas criaturas calmaba sus
nervios.
—Da
igual, ya nos encontrará.—murmuró.
Chelsea
lo miró como si estuviera tratando con un lunático y aún atado lo
empujó hacia uno de los caballos, ordenándole que subiera. Luego
ella subió detrás y agarró las riendas.
—Te
lo advierto: un movimiento sospechoso y se acabó.
Él soltó una carcajada que provocó otra mueca de desdén en la
Guardiana.
—Sí,
señora.
A
Scarlett fue Mark Geneviev quien la guió hasta el otro caballo y le
ofreció ayuda para subir. Ella, más por educación que por
necesidad, se dejó hacer. Así emprendieron el camino, con un trote
ligero y suave, dejando atrás al capitán, quien se quedó de brazos
cruzados observando como marchaban.
Fue
un trayecto silencioso, al principio incómodo y tenso, pero según
salían de la ciudad y dejaban atrás las murallas de piedra,
Scarlett se sumergió en la tarea de inspeccionar cada detalle de
entorno, pues nunca había estado tan lejos de aquello a lo que
llamaba hogar. El silencio dejó de importarle y tuvo que reprimir
una sonrisa (no quería que los Guardianes pensaran que se tomaba a
broma la visita a la Casa) cuando cambiaron de rumbo y se adentraron
en un bosque. Siguieron un sendero hecho por humanos, por lo que a la
muchacha no le extrañó que no se encontrasen con apenas ningún
ente. Sin embargo, no le pasaron desapercibidos los varios pares de
ojos saltones que se escondían entre los arbustos. Duendes, supuso.
Eran los únicos lo suficientemente insensatos como para aproximarse
tanto a los Guardianes. Scarlett temió que planearan alguna
jugarreta, como lanzar serpientes a las patas de los caballos o
susurrarle palabras maliciosas a los árboles que les hicieran
extender sus raíces y cortarles el paso. Pero sus temores fueron en
vano, pues los duendes se fueron tan rápido como habían venido.
Varias
veces creyó ver a un sauce llorón moverse, mas cuanto más se
aproximaban a él, más inerte parecía. Scarlett sabía que los
árboles del Submundo tenían vida, lo había aprendido de Larissa.
Su amiga ninfa le había enseñado mucho sobre la naturaleza y su
magia y Scarlett estaba segura de que sabía mucho más. Era difícil
hacerla hablar de los secretos del bosque, porque al contrario que
cualquier otra ninfa, ella quería salir del mundo verde y adentrarse
en el mundo humano, de roca, sedas y lujos. Aún así, su sangre la
obligaba a cuidar y querer la flora.
—¿Vais
bien?—preguntó de repente el Guardián.
Scarlett
casi había olvidado que no estaba sola. Fue algo brusco notar la
compañía tras ella y salir de sus ensoñaciones.
—Pronto
llegaremos.
Cuando
salieron del bosque y cruzaron un viejo puente situado sobre un
arroyo de poco caudal, ya era mediodía. El camino de tierra llana
que aparecía al pasar el puente era la recepción a una sobria casa
de granito, de donde le venía el nombre. La casa impresionó a
Scarlett, acostumbrada a las viviendas pequeñas y vecinas de la
ciudad o la granja, construidas más con madera y paja que con roca.
Había también una muralla de poca altura que rodeaba la casa y en
el medio de esta, dos puertas de madera maciza de roble oscuro
adornadas con símbolos, en su mayoría lunas, y palabras en otro
idioma. Al lado de la puerta, una campana dorada de tamaño
considerable colgaba de una cuerda.
La
Guardiana Chelsea Monger se bajó del caballo y obligó a bajar al
preso. Se acercó a la puerta e hizo sonar la campana tres veces.
Aguardaron en silencio. Apenas un minuto después, la mirilla de la
puerta se abrió y una voz aguda habló.
—¿Quién
va? ¡Oh, Chels! ¡Buenos días!
—Abre,
traigo presos.
A
Scarlett le entró un escalofrío, pero el Guardián que la acompañó
durante el viaje se bajó del animal y lo guió de las riendas hasta
la puerta.
—Esta
chica no es una presa. Es una invitada del capitán.
Las
puertas se abrieron de inmediato.
—¡Mark!
Scarlett
contempló como el Guardián abrazaba a alguien. Le costó verla al
principio, porque el hombre era demasiado corpulento y la chiquilla
demasiado pequeña.
—Vamos,
vamos, María—dijo cariñosamente apartándola—Tenemos trabajo.
Chelsea
le entregó las riendas de su caballo a la muchacha y sin perder más
tiempo se llevó al joven detenido al interior de la casa. Cuando
todos estuvieron dentro del recinto, cerraron las puertas y la
ayudaron a bajar del caballo. Scarlett se ruborizó un poco, para
nada acostumbrada a un trato tan atento.
—Eh...¿Scarlett?—la
llamó el Guardián—Por aquí. Vayamos adentro.
La
jovencita que les había abierto la entrada le sonrió y se fue con
un corcel en cada mano y su trenza dorada dando botes a la espalda.
Scarlett
echó un último vistazo al exterior antes de entrar. Ventanas de
cristal, un jardín cuidado con esmero y una fuente con la forma de
una sirena echando agua por la boca. Era el sitio más encantador que
había visto en su vida. Se podría decir que incluso se sentía un
poco decepcionada, habiendo imaginado el cuartel de los Guardianes
como un lugar siniestro y frío, como una cárcel a donde no llegaban
los rayos del sol.
Nada
más entrar, sintió una curiosa mezcla de nostalgia y
sobrecogimiento. La alfombra roja de terciopelo que adornaba el
vestíbulo, los muebles de madera pulida, los cuadros, los
candelabros de bronce...
Riqueza
y poder. Puede que no de una manera extravagante, como sin duda se
vería en un palacio, pero lo suficiente para que una muchacha de
campo como ella se sintiera intimidada. Mark la incitó a avanzar y
ella lo siguió, como un patito siguiendo a su madre, dando pasos
cortos y vacilantes detrás de él. Fue difícil mantener el ritmo
con el paso rápido y de grandes zancadas del Guardián, y este no
paró ni una vez, recorriendo los interminables pasillos (ni uno de
ellos sin alfombras en el suelo). La casa era más grande de lo que
aparentaba por fuera. Por fin, Mark se detuvo frente a una puerta,
quien sabe donde, pues a Scarlett todos los corredores y puertas le
parecían iguales.
—Por
favor, esperad dentro.—dijo, invitándola a pasar.
Scarlett
entró y dio un pequeño brinco cuando la puerta se cerró tras ella.
¿La habían encerrado? Extendió la mano hacia el pomo para
comprobarlo, pero se contuvo. ¿Y si querían que intentase escapar
para tener algo con lo que incriminarla? Bajó la mano. Tampoco era
típico de ella pensar así, desconfiar de esa manera de la gente sin
conocerla, pero había oído tantas historias terroríficas sobre la
Guardia...
Decidió
que lo más sensato sería hacer lo que le habían dicho: esperar.
Hasta el momento nadie la había tratado mal (quizás la mujer de
ojos marrones no fuera la amabilidad en persona, aunque había sido
educada) así que no iba a hacer ninguna tontería. Además, la vida
de aquel chico podía seguir dependiendo de lo fiable que pareciera
ella como testigo.
Sin
saber cuánto tiempo tendría que esperar, se puso a investigar la
habitación. Parecía un despacho, había visto algunos en las
tiendas más ricas de Nocream. Allí los dueños de los comercios se
sentaban a intentar exprimir al máximo los beneficios o recibían a
los mejores clientes. ¿Eso era ella? ¿Una clienta? No. Scarlett
recordó las palabras de la Guardiana: “Traigo presos”.
Aunque...”Es una invitada”.
Scarlett
suspiró. Se apartó de la mesa de despacho porque estaba llena de
papeles revueltos y no quería ver algo que no debía. Había una
alfombra (cómo no) redonda en el medio de la sala, dos estanterías
pequeñas llenas de libros y pergaminos enrollados y un cuadro con
una escena bélica. Encontró una taza con posos de té sobre una
mesita y más papeles. Haciendo tiempo, se acercó a la ventana, que
daba a la entrada de la casa. Pasado un rato, se cansó de ver el
mismo jardín y la misma fuente y se sentó en una de las sillas que
acompañaban la mesa.
Scarlett
no supo cuánto tiempo pasó allí esperando, pero ya empezaba a
bostezar cuando la puerta volvió a abrirse y entraron Mark, la
jovencita rubia y el capitán Dáranir Ahelod.
—Disculpad
por la demora.—dijo el capitán.
Scarlett
asintió e hizo amago de levantarse, pero Dáranir la frenó.
—No,
por favor, tomad asiento.—así lo hizo—Tenemos mucho de que
hablar. No sé si te la han presentado, pero esta es María Geneviev,
otra de mis Guardianas.
Scarlett
reprimió a duras penas la cara de asombro. Estando allí, sería
obvio que fuera una Guardiana, pero...parecía demasiado joven,
demasiado pequeña e inocente...
—¡Hola!—dijo
María.
¿Qué
tendría? ¿Trece años?
Scarlett
sonrió levemente a la chica.
—Sé
que querréis acabar con esto cuanto antes y volver a casa, pero la
situación se ha...complicado. Debido a ese medallón vuestro.
—¿Qué
tiene de especial mi medallón?—preguntó sacándolo del interior
de su ropa.
María
soltó un grito ahogado. Dáranir sonrió ante la reacción.
—Parece
que no hay duda...eso que lleváis, mi querida Scarlett, es una joya
que solo las familias que fundaron la Guardia hace más de dos siglos
tienen el gusto de poseer...es un símbolo de poder y sangre.
—Os-os
juro que no lo he robado.—repitió por segunda vez en ese día.
—Nadie
os acusa de nada, no temáis en vano.—le aseguró el capitán—Sin
embargo, comprenderéis que nos preguntemos cómo es que una reliquia
familiar como esa acaba en manos de una campesina...
Scarlett
lo entendía. Pero no podía darles ninguna explicación a parte de
las que ya había ofrecido. Miró al suelo.
—¿Quiénes
son vuestros padres?—preguntó de repente el capitán.
—¿Qué?
B-bueno no lo sé...exactamente...—los Guardianes esperaron a que
continuara—No los conocí. Me crió una granjera y una ninf...
Scarlett
se calló abruptamente. Hasta el momento no se había dado cuenta,
pero ella era una humana en Ozirian. En casa de Guardianes. Rompiendo
la ley más importante de todas. El color se le escapó de la cara y
las manos comenzaron a temblarle.
—¿...ninfa?—la
animó María.
—Sí.
Siento no ser de más ayuda, de verdad os prometo que no he robado el
medallón, ni me he metido en problemas, ¡ni los he causado,
tampoco!
—¿Y
el accidente con los lobos? Tu amigo está acusado de asesinarlos
para salvaros la vida.—dijo Dáranir.
—No
estábamos haciendo nada malo, ni él ni yo. Los lobos me atacaron y
estoy segura de que me habrían matado sino fuera por él. No creo
que sea mala persona...No me conocía de nada y aún así me ayudó.
El
capitán se rascó la cuidada barba, pensando en lo que acababa de
oír.
—¿Os
importaría quedaros aquí unos días?
—¿Perdonad?
—Necesitamos
tiempo para emitir un veredicto. Fuera como defensa o no, un
asesinato es un asesinato. Y sois el único testigo. Tenemos que
interrogar al preso y querría continuar nuestra charla sobre el
medallón.
Scarlett
empezaba a perder la paciencia. Sabía que todos pensaban que lo
había robado. Se quitó el medallón envalentonada y lo dejó sobre
la mesa.
—Si
tanto deseáis el medallón, quedároslo. S-sé que no soy nadie para
llevar un-una joya.—estaba cabreada, pero mantenía la voz baja y
no los miraba a los ojos.—Me quedaré, mas no para que se me acuse
de ladrona. Solo lo hago por él.
Ella
no podía verlo, pero el capitán sonreía.
—Perfecto.
Solo serán unos días, seremos tan rápidos como podamos. María,
¿podrías enseñarle una de las habitaciones libres?
Scarlett
levantó la cabeza. ¿Habitación?
—¿No
voy a dormir en la mazmorra?
—¿Qué?—dijo
Dáranir abriendo los ojos de par en par.—¿Por qué habríais de
dormir en las mazmorras?
Scarlett
se mordió el labio. Tampoco tenía respuesta para eso. ¿La acusaban
de ladrona y luego le daban una habitación? Cada vez estaba más
confundida.
—¡Es
adorable!—gritó María entusiasmada. La cogió del brazo y
Scarlett se sobresaltó—¡Pongamos rumbo a tu “mazmorra”!
Antes
de salir, Dáranir le dijo que se llevase el medallón consigo.
María
resultó ser una guía apasionada y parlanchina. Subieron las
escaleras del vestíbulo y fueron al segundo piso. Scarlett observó
a la muchacha mientras esta hablaba de lo maravilloso que sería
tener a otra chica allí, aunque fueran unos días. La sonrisa
parecía no abandonar jamás su rostro de piel de marfil. Scarlett
era más alta que ella, aunque María se veía más fuerte.
—En
este pasillo están los dormitorios. A la derecha están las
habitaciones de los chicos. A la izquierda estamos yo y Chelsea—dijo,
señalando dos puertas. Luego abrió la última, al fondo del
pasillo—Esta será la tuya.
Era
una habitación casi vacía. Tenía las paredes blancas, una mesilla
y una cama. Y era como mínimo el triple de grande que su dormitorio
en la granja.
—Tendremos
que decorarla un poco.—rió María.
—Ah,
no, no es necesario. Solo serán unos días.
—Oh...claro.—dijo
con tono triste.
—Pero
muchas gracias.—se apresuró a añadir Scarlett con una sonrisa.
María
se la devolvió.
«No
me puedo creer que esta chica sea una Guardiana»
pensó Scarlett para sí.
El
tañido de la campana reverberó por la casa y llegó hasta ellas.
María se disculpó y fue a atender la entrada, asegurándole que
podía continuar su visita por la Casa Gris sin ella.
—¿Y
si hay algún lugar donde no debo entrar?—inquirió Scarlett
dudosa.
—Si
hay algún lugar donde no debes entrar, no podrás entrar.
Aún
no muy convencida, decidió abrir la puerta contigua a la suya. La
recibió un penetrante olor dulzón y el sol del mediodía. Las
ventanas estaban abiertas de par en par y las del gigantesco armario
otro tanto. El orden brillaba por su ausencia. Montones de vestidos
de múltiples colores y telas se encontraban tirados encima de una
cama con dosel. Las paredes estaban pintadas de un rosa suave y un
retrato de una niña rubia con sus padres sugería que era el
dormitorio de María.
Fue
a la siguiente puerta. Se encontró con una estancia totalmente
distinta. No había nada fuera de su sitio, hasta los pinceles
estaban colocados por tamaños en un escritorio. Las ventanas eran
pequeñas y estaban cerradas, con las cortinas corridas. Había un
único dibujo colgado en la pared: una casita campesina. La casa no
era gran cosa, pero el dibujo era detallado y demostraba gran
maestría por parte del artista. Scarlett no se imaginaba a Chelsea
como el tipo de persona que disfrutaría creando arte, pero se alegró
al ver que las apariencias podían engañar. Siguió su camino y
entró en la primera habitación del pasillo derecho. Poca decoración
y ningún detalle personal, excepto quizá un baúl cerrado con
candado.
Cuando
intentó abrir la siguiente puerta se la encontró cerrada a cal y
canto. Recordó la advertencia de María y supo que debía pasar de
largo. La última habitación estaba llena de libros. Libros en las
estanterías, sobre las mesillas, encima de la cama, en el suelo...A
Scarlett le picó la curiosidad y leyó algunos títulos. Todos o
casi todos trababan temas médicos.
En
el piso de abajo el volumen de las voces aumentaba y cada vez había
más estruendo. Scarlett huyó del ruido y continuó su exploración.
Encontró muchas puertas nuevas, pero todas ellas cerradas. Iba a
rendirse y bajar las escaleras cuando dio por casualidad con un lugar
que no había visto hasta ahora.
Las
dos enormes puertas rojas eran imponentes y se elevaban hasta el
techo. A pesar de su aspecto Scarlett pudo abrirlas con facilidad y
entró maravillándose al instante.
Era
una biblioteca.
Incluso ignorando el hecho de que Scarlett jamás
había estado en una biblioteca antes, estuvo convencida nada más
poner un pie en ella de que pocas habitaciones habría más
majestuosas que aquella. Las estanterías eran altísimas y la
mayoría tenía escaleras de mano reposando sobre ellas.
Había un
ventanal inmenso del que colgaban grandes cortinas de terciopelo rojo
con flecos dorados que llevaba hasta un balcón de las mismas
proporciones. Butacas, mesas de cristal y sillones mullidos estaban
repartidos a lo largo de la biblioteca. El fuego de la chimenea daba calor al entorno y el crepitar de las llamas lamiendo los troncos relajaba el cuerpo. Lámparas de araña adornaban
el techo y no había ni un solo libro fuera de sitio. Los
libros...
Scarlett pensó que aunque dedicara su vida entera a leerlos
no podría terminar. Era una tarea imposible y posiblemente ahí
residía el encanto principal del cuarto: verte sobrecogido por el
tamaño de él y la cantidad de lectura disponible.
Emocionada,
rebuscó entre los miles y miles de ejemplares disponibles y eligió
uno titulado “Las lunas hermanas”. No sabía leer muy bien, pero algo había aprendido gracias a Larissa. Lo abrió con sumo cuidado e intentó leer la primera frase.
«Líada
y Nía... ¿Níada?
tienen muchos y divers...»
El
crujido de las puertas de la biblioteca abriéndose la obligó a
parar de forma abrupta su lectura. Un sujeto al que no había visto
nunca apareció delante de ella. La miró fijamente, luego bajó la
vista hacia el libro que reposaba en sus manos y volvió a mirarla.
Olaaaaa guapa! :)
ResponderEliminargracias por mandarme la invitacion, seguire leyendote!!! por cierto ¿cuando publicas de nuevo? quiero saber que va a pasar con Scarlett U_U
Ay dios no puedo dejar de decir que: ME ENCANTA!! jajaja en serio, ahora que Kira ha decidido ir con Scarlett seguro que tienen más escenas (L)(L) Luego Daranir es muy majo, el típico lider. María me cae super bien, es muy graciosa y espero que no le toque un pelo a Kira, que es para Scarlett. Luego el chico del final, vaya retrasado. Encima que está intentando averiguar más sobre su familia viene y le chafa el rollo. Demasiada tensión hay entre estos dos así que me da que va a haber un triángulo amoroso entre Kira, Scarlett y el tonto este XD En serio, cada vez me gusta más.
ResponderEliminarPD: Cuando volverá Larissa, con lo bien que me caía la putón XD
BESOS
¿te puedo hacer un pregunta? COMO CONSIGUES DESCRIBIR TAN BIEN?. amo a kira, lo amo lo amo......quiero uno!!!! el chico de la pajarita y del pelo despeinado....mmm me lo e imaginado guapo xD (esque soy)
ResponderEliminarseguire leyendo en cuanto pueda, que ahora me toca hacer caso a mi historia y terminar capi.
Ale besos ^^
¿quién es ese pavanguevos? me recuerda a esas bibliotecarias solteronas que solo conocen los libros después de haber estado décadas encerradas con ellos. Me gusta María es muy simpática.
ResponderEliminarNUEVO CAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAP WIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII *toma aire* IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII
ResponderEliminarERES LA FUCK AMA ESCRITORA DEL WORLD.
Cada día necesito más este libro publicado en papel en mi estantería T.T De verdad es tan genial <33333333333333333333333333333
Y se nota muchísimo el cambio eh, antes estaba leyendo una historia increíble. AHORA LEO LA FUCK SUPER DUPER HISTORIA DEL WORLD ENTERO.
Scarlett timidilla me da ganas de pegarle, lo siento. Yo era super tímida tipo ella y ya les he cogido manía xDDDDDD Al menos ahora tengo el consuelo de saber que mejorará...
Dáranir sigue siendo demasiado genial. Tan justo... *suspiro*. Pero es demasiado madurito para mí, se siente Dara Dara (sí, le he puesto un cursinombredenoviavestidaderosahiperdupertonta :D). Tengo muchas ganas de leer los siguientes capítulos, porque ahora leerlos otra vez pero en versión mejor es genial *^* Me trae recuerdos de cuando empecé a leer tu historia y tenías subido hasta el cap 25 y en una tarde los acabé todos y fue como NECESITO MORE MORE MORE MORE MORE
PO TOMA PA QUE TE ENAMORE, MORE MORE MORE
NO LORENA, NO DEJES QUE EL REGUETTON INFECTE TU ALMA PURA ;_; ES DE EMERGENCIA, CHUTE DE ROCK EN 3, 2, 1...
YEAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH
.-. A veces me pregunto si tú con esto te reirás o pensarás"...ehm... la cagas, ¡Siguiente pls!" pero mis dedos escriben y no puedo controlarlos, porque soy divergente y no puedo ser controlada 8DDDDD
CHUPAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAOS ESA JULIETTES (Mi versión de las julietts, hecha para que suene a Juanete :D) Kirlet rules 8D
Okey, no, aún no me olvido que nos dejaste sin rescate de fucking sexy Kira desu hasta el siguiente capítulo ¬¬ ERES CONSCIENTE DE LA TORTURA QUE PROVOCAS? EH? EH?
Al menos las enemigas comparten nuestro sufrimiento :'D
Con mucho, mucho, mucho lof,
Lorena
PD: Sí, me ha dado por cerrarla tipo carta porque el comentario de hoy ha sido muy formal y normal, tusabe, y pues pegaba :D
Lorena <3 Jajajajajajjajajajajaja al contrario, al contrario, entiendo y comparto tu locura. Yo soy igual, tenemos una plaza en el psiquiátrico de cada ciudad.
EliminarYaaaaa, ¿a que es molesta? Duh. Ok no debería meterme con mi propia protagonista, pero duh, no para de tartamudear de los nervios y me estresa. SÍ SE QUE YO LO ESCRIBÍ ASÍ A PROPÓSITO. Jajajajjajaja pero es un tanto molesto. Pronto dejará de tartamudear, aunque la pobre está pensando que en cualquier momento le van a cortar la cabeza, así que me da penilla.
Dáranir recibiendo algo de amor, eso es tan raro ;_; <3
Tus comentarios siempre me suben la moral como +1000000, me alegro ver que se note el cambio y haya mejorado. Si tenía miedo a estarla fastidiando con la renovación.
Te daré una alegría doble, espero: en el siguiente capítulo, creo, habrá una escena que NO estuvo en la primera versión del libro, y es Kirlett. No de forma romántica (obvio se acaban de conocer XD) pero creo que te gustará.
PD: Scarlett no está siendo exactamente tímida, sino que tiene miedo de los Guardianes. (SPOILER MOTHERFUCKER NO LEAIS: pero ya sabes que en cuanto pase un tiempo se volverán todos muy cercanos y ya saldrá la Scarlett que te gusta. Por ahora tendremos que sufrir la Scarlett miedosa. Damn girl.)
Love you Lorena ♥ Gracias por comentar y releer y darme consejos T_T <3
HE VUELTO MUAHAHAHHAHHAHHAHAHHAHAHHA. *tose* Ha llegao la pesada e.e
ResponderEliminarNECESITO QUE APAREZCA JULIAAAAAAAAN ME LO ENGANCHAS EN LA ULTIMA PARTE DEL CAPI ;_; ♥ *snif*
Alta biblioteca tiene July D: (el 'alta' viene de mi país, no se porque hablamos así xDD)
Y la segunda foto de la biblioteca la has publicado en Ask. Te espío.
è_é
Mentira, la he enganchado justo cuando entré al inicio y vi que no tenía ni 1 miserable pregunta. Ni la del día(? ah. XDDD foreveralone pls T-T ♥
-------------○---------------
Enserio, ¡la biblioteca yo siempre me la imaginaba a lo oscuro tipo Harry Potter! :O Pero está iluminadísima o-o Ala, a pesar de las imágenes me la sigo imaginando igual xDD
JAJAJAJAJJAJAJJAJAJAJAJ la bienvenida de Maria y la ortividad(viene de ortiva, otra palabra incoherente de Argentina :I) de Chelsea me ha matado XDD
Me lo imaginé así:
-¡Chelsie! ¡Good morning, my friend! -toda la cordialidad del mundo-
-Abre paso. Traigo presos. ¬¬
XDDDDDDDDDDD me han dado ganas de dibujarlo. ._.
¡No he podido dejar un súper comentario porque debo ir a ponerme al día con varias cosas! T-T
¡Genial el capítulo, de verdad! :D me ha encantado ♥
¡Besos! n.n
Me alegra que te guste Pau ^/////^ La iluminación de la biblioteca la dejo a imaginación del lector, ya sabes las imágenes es cómo me lo imagino yo más o menos, igual que los personajes, pero me gusta que tú tengas tu propia biblioteca en la mente :3
EliminarJajajajaja a mí también me gustó ese diálogo, fue divertido escribirlo.
En el siguiente capítulo hay J. de sobra, tranquila.
PD: El acento argentino es el mejor del mundo. Y luego el francés.
¡Un besote!