AVISO: Están renovados hasta el capítulo 9. El resto de capítulos están como antes. Iré avisando según renueve más capítulos.

martes, 30 de agosto de 2011

19-¡No estoy celosa!

 La mujer era hermosísima. Su pelo castaño caía en una cascada de ligeras ondulaciones por la espalda, rodeando una cara fina de piel pálida y unos ojos azules en los que te podías ahogar dentro. Curvas muy notables y caderas anchas, sus labios, carnosos y de un color rosado. Cuando sonrió amablemente se vieron unos dientes rectos y blancos. Parecía no tener ninguna imperfección. Llevaba un ligero vestido de color carne con un pequeño escote y manga sisa.
Kira la miraba sin poder creerse lo que veía, quieto en medio de la calle. Scarlett estaba algo incómoda y se echó hacia atrás. Ella llevaba ropa que no era suya, tenía ojeras por no haber dormido bien, el pelo ligeramente sucio y los labios agrietados por el cambio repentino de temperaturas.
Vanessa se puso una mano en la cadera, esperando.

-¿No me has echado ni un poquito de menos, Kira?-le preguntó apesadumbrada, mirando hacia otro lado.

Al fin, el híbrido despertó. Fue hacia ella con pasos rápidos y la cogió por la cintura, dándole varias vueltas en el aire. Al posarla en el suelo, Vanessa se apretujó contra él, sonriendo satisfecha.

-¿Qué si te eché de menos? No hubo ni un día en el que no pensara en si te encontrabas bien.-le apartó un mechón de pelo de la cara, sonriendo.-¿Estás bien, verdad? ¿Ya te has recuperado del todo?
-Estoy mejor que nunca ahora que has venido. Y ya no me queda nada de esa...obsesión, como solías llamarla tú.-Vanessa dirigió una leve mirada a Scarlett y habló con Kira en bajo.-¿Qué haces con Guardianes?
-¿Cómo sabes que lo es?-preguntó Kira, sorprendido.
-No lo sabía, me lo acabas de afirmar.-rió Vanessa, dándole un beso en la mejilla.

Scarlett tosió desde el fondo para llamar su atención.

-Me parece genial que te reencuentres con tu novia, pero tenemos una misión que cumplir.-dijo en un tono más arisco del que quería.
-No es mi novia.-Kira arqueó una ceja, sonriendo con sorna.-Es mi ex-novia.
-Eso puede cambiar.-siseó Vanessa, acariciando con dos dedos el pecho del híbrido.

La Guardiana puso los ojos en blanco y buscó con la mirada a los otros dos Guardianes. Venían andando hacia ellos vestidos de forma corriente, para alivio de ella. María le dirigió una mirada indescriptible y atípica de ella a Vanessa y sonrió a Scarlett.

-¿Quién es esa?
-Una amig...-quiso decir Kira, pero Scarlett se adelantó.
-Su novia.-dijo.
-¡Ex-novia!-gritó Kira, desenredándose de Vanessa y yendo al lado de ellos.

Mark suspiró, frotándose los ojos y miró a Vanessa con cierta desconfianza. La vampiro le devolvió una radiante sonrisa de cortesía.

-Sé que venís para resolver el problema de los asesinatos. Los de mi clan están a favor de la paz, pero queremos asegurarnos de tener protección Guardiana si algo se torciera. Puedo guiaros hasta ellos si lo deseáis.-explicó, sin dejar de sonreír con total educación.
-Perfecto.-dijo Mark.

Luego, se aseguró de que todos tenían estacas e hierba solar, que produce quemaduras en los vampiros y licántropos. Querían firmar una paz entre clanes, pero venía bien ser precavidos.

De camino a la mansión, guiando la fila, iban Kira y Vanessa. La vampiro no lo soltaba ni un segundo y al híbrido no parecía importarle lo más mínimo. Charlaban por lo bajo alegremente y de vez en cuando Vanessa le susurraba cosas al oído o recostaba la cabeza en su hombro.

-Voy a vomitar.-dijo Scarlett, resoplando para quitarse un mechón de pelo de la cara y mirando de vez en cuando a la pareja.
-Pues que sea encima de ella.-propuso María, que iba al lado de Scarlett y Mark, en el medio.

Ambas rieron sintiéndose cómplices y Mark alzó los ojos al cielo, intentando buscar la paciencia de donde no la había.
Al fin tuvieron la casa delante de sus narices. Tenía jardín, con un par de lápidas clavadas en el césped que dieron a los Guardianes varios escalofríos. Era enorme, tan grande como la Casa Gris, pero más destartalada. La madera parecía vieja y algo podrida. Estaba llena de ventanas de todas las formas y tamaños, pero solo una tenía luz en su interior. Los árboles alrededor de la vieja mansión estaban podridos y eso le dio un mal presentimiento a Scarlett. Vanessa abrió la puerta principal y una campanilla resonó por los pasillos. Había una larga escalera de caracol que conducía a la planta superior y que tenía el aspecto de ser todo, menos segura.

-Esperan abajo, en el sótano, para reunirse con vosotros. Deberíais bajar pronto, están juntos los dos clanes enfrentados y puede que esto acabe con sangre...-sugirió Vanessa con calma.
-Venga, vamos.-apuró Mark a los otros tres.

La vampiro lo frenó con una sonrisa.

-Lo siento, pero solo pueden ir dos personas. Lo mejor será que vaya Kira, hay gente que le conoce allá abajo y estarán más tranquilos.

Kira asintió, con una sonrisilla suficiente.

-Yo también bajaré.-aseguró Mark.-María, haz guardia en la puerta. Y tú, Scarlett, ve arriba y ten cuidado.
-Iré con ella.-se puso al lado de Scarlett y la miró desde arriba. Era más alta.-No te preocupes, si algo te pasa, yo te cuido.
-No necesito que me cuiden.-gruñó Scarlett, sin decirlo muy alto.

Mientras los dos chicos bajaban al sótano siguiendo a un vampiro de pelo rubio, María le dirigió una última mirada de desconfianza a Vanessa y salió de la casa. Scarlett y la vampiro subieron las escaleras de caracol.
Se quedaron solas en un dormitorio, esperando a que el resto volviera. La Guardiana se apoyó en una esquina, estaba un poco nerviosa, nunca había tratado con vampiros y no le había gustado mucho ver sus colmillos asomar afilados entre los labios. Un escalofrío le recorrió la nuca. Agitó las manos y paseó por la habitación, intentando no perder de vista a Vanessa.
De pronto, las luces se apagaron. Scarlett se quedó quieta.

-¿Vanessa, qué ha pasa...?-una mano le apretó la boca con una fuerza excesiva sin dejarle continuar con su pregunta. Miró histérica hacia todas partes, pero la oscuridad parecía infinita.

Una voz le llegó desde detrás.

-Creo que te has metido en la boca del lobo.-era la voz de Vanessa.
-¡...!

La vampiro rió; ya no parecía tan encantadora como antes.

-Vaya, ¿qué ocurre, Kira no está aquí para salvarte? ¿Te sientes perdida sin el resto? Humanos.-la chica rió con una macabra carcajada.-Siempre dependen de alguien.

El miedo de Scarlett se transformó en furia. En un acto reflejo le mordió la mano y cuando la soltó, pillada por sorpresa, corrió escaleras abajo, sin saber dónde estaban sus propios pies. Todo estaba oscuro.

-Juguemos al escondite, pues.-le llegó la voz de la vampiro escaleras arriba.

Scarlett se llevó las manos a la cabeza, estaba entrando en pánico. <<¡Cálmate!>>, se dijo a sí misma. Si no se calmaba nunca encontraría la salida. Llegó a la planta de abajo. Dio una vuelta sobre sí misma, para reconocer el terreno. En un rincón oscuro, unos ojos amarillos la miraron con ansia. Scarlett se mordió la lengua para no gritar y corrió sacando una estaca de su chaqueta. ¿Querían jugar con ella? ¡Pues iban a tener su maldito juego! No escuchaba las pisadas del vampiro de ojos dorados, pero sabía que la perseguía. Abrió una puerta con la esperanza de poder entrar en una habitación, sin embargo, apareció Vanessa cerrando la puerta de golpe.

-¿Sabes? No me hace gracia que seas tan cercana a Kira.-le susurró Vanessa, sonriendo.
-¿Todo esto porque estás celosa?-gruñó Scarlett. Perfecto, había conseguido distraerla por unos segundos. En cuanto aparto por un momento la mirada, la Guardiana le clavó la estaca en el vientre con todas sus fuerzas.-¡Ven a por mí sin tus amiguitos, si eres tan valiente!

El otro vampiro fue hacia ella, pero Vanessa se arrancó la estaca y lo detuvo de un empujón. Le salía la sangre a borbotones de la herida. Sonrió e hizo una mueca, mientras los colmillos asomaban en su boca. Sus ojos se volvieron de un azul más claro. Scarlett estaba asustada, pero sabía que no debía mostrarlo. Corrió todo lo deprisa que pudo a la planta baja, mas, a mitad del camino por las escaleras, Vanessa la agarró por el brazo, clavándole las uñas. Scarlett dio un grito ahogado al sentir como le desgarraba la piel y fue arrastrada de nuevo hacia la habitación de arriba a una velocidad increíble. Cuando llegaron, la vampiro la lanzó con una fuerza sobrehumana hacia una mesa, con la que impactó, clavándose varias astillas cuando la mesa se hizo trizas. Intentando levantarse cogió otra estaca. Se levantó y cuando Vanessa fue hacia ella hizo un intento de clavarle la estaca justo en el corazón. La vampiro rió y cogió la estaca.

-Puede que una primera vez funcione, pero dos ya es mucho.-siseó.-¿Quieres saber qué se siente?

Acto seguido, no se la clavó, como Scarlett esperaba que hiciera, si no que, con la punta, fue hiriéndola por todo el brazo, rompiéndole la chaqueta a tiras y dejándole una raya sangrienta. La chica se mordió el labio llegando a hacerse sangre, evitando gritar aunque sus instintos le decían lo contrario. Vanessa tiró la estaca de madera a un lado y le lamió la sangre, cerrando los ojos. Scarlett se sentía débil, pero tiró como pudo para soltarse, sin conseguir nada. El nivel de fuerzas era muy diferente. Vio unos bultos negros en el suelo. ¡Las astillas! Mientras Vanessa se entretenía chupándole con la lengua su sangre, ella acercó una astilla grande con el pie y en un movimiento la cogió con la otra mano, por lo que Vanessa tuvo que salir de su trance para golpear la mano de Scarlett y que la astilla volara por los aires.

-Trucos tan primitivos no te servirán, Guardiana...-siseó, furiosa por no poder seguir comiendo.

Y justo cuando iba a volver a clavarle las uñas agarrándola del brazo, Scarlett echó todo lo atrás que pudo el puño y con toda su rabia, su miedo y sus pocas energías le dio un puñetazo en la cara. La sangre salió de la boca de la vampiro, que estaba sorprendida.

-Es un truco primitivo, ¡pero funciona!-gritó Scarlett, que justo después corrió como nunca en busca de sus compañeros, sin estar segura de que saldría con vida de aquello.

¿Dónde estaban Mark, María y Kira? ¿Por qué no volvían ya? Supuestamente María se había quedado haciendo guardia en la puerta de la planta baja, pero no estaba. O al menos, Scarlett no la vio.

-¡¡¡MARÍA!!!-gritó con todas las fuerzas que su cuerpo tenía. Casi derrapó por el suelo para llegar hasta la puerta principal y salir a la calle.-¡María, por dios, ven aquí!

-¿Scarlett?-escuchó una voz a lo lejos y fue hacia esa voz como alma que lleva el diablo.

María la miraba sin dar crédito a lo que veía. La ropa de Scarlett estaba sucia, rota y llena de sangre. Tenía una enorme herida a lo largo del brazo izquierdo, le sangraba la nariz y el labio inferior estaba roto.

-¿¡Qué ha pasado!? ¿¡Están los demás bien!?-preguntó la chiquilla rubia, poniéndole su chaqueta a la pelirroja por encima.
-No sé dónde están...creo que aún están negociando con los vampiros...Vanessa...Vanessa...
-Shh, calla. Ya me lo contarás más tarde.-en verdad, Scarlett parecía a punto de desmayarse en cualquier momento.-Tenemos que ir a buscarlos.
-¡No vayas!-la preocupación de Scarlett hizo que María se girara y le sonriera.-Te atacarán...
-Cálmate, estaré bien.
-Entonces, vamos juntas.
-Deberías...
-¡Vamos juntas, María!-el tono de Scarlett no admitía discusión.

Dejó que la chica malherida se apoyara en ella para caminar, y entraron con cautela en la casa. Las luces estaban encendidas y todo volvía a estar en orden. A los pocos pasos una vampiresa de aspecto elegante y rizos anaranjados las saludó, indicándoles que si lo deseaban, fueran a la reunión que sus dos compañeros estaban teniendo abajo. Scarlett frunció el ceño, no entendía nada. ¡Unos minutos antes habían intentado matarla, todo estaba oscuro y desordenado! ¿Y Vanessa? No apareció por ninguna parte. Quizá la casa estuviera encantada de verdad.
Caminaron por un túnel, siguiendo a la vampiro de rizos, que de vez en cuando les lanzaba sonrisas agradables. Scarlett recordó que Vanessa también había sonreído con amabilidad.
Al final del pasadizo había una puerta pequeña de acero, con un sencillo pomo.

-Antes de entrar, cuéntame qué ha pasado.-susurró María, mirando a Scarlett y acariciándole el pelo con dulzura.-¿Qué ocurrió, Scarlett?

Ella le contó todo lo sucedido sin muchos detalles, no quería preocuparla aún más. A medida que iba hablando, la boca de María se abría más y más y su ceño se hacía más profundo. Scarlett estaba un poco sorprendida, nunca había visto a María tan enfadada. Ni siquiera con Julian.

-Vamos a darle su merecido a esa zorra. Por cierto...-sonrió, guiñándole un ojo.-¿puñetazo a un vampiro? Agallas no te faltan.

Scarlett rió sin ganas y juntas, abrieron la puerta. Lo que vieron las dejó patidifusas. Dentro de la sala poco iluminada, con una escasa bombilla colgando del techo y alrededor de una mesa se encontraban varios vampiros, Mark y entrelazando su mano con la de Kira...Vanessa.
María cruzó en varias zancadas la habitación, sin darle tiempo a nadie a reaccionar y empujó a Vanessa cogiéndola del cuello de su impecable camisa blanca. Los cabellos rubios estaban llenos de electricidad estática.

-¿Sabes? No suelo ser violenta, pero contigo haré una excepción.-rugió la pequeña adolescente.

La vampiro la miraba horrorizada y confundida, de nuevo con una cara angelical. Tenía las manos en alto, como si se sintiera en peligro. ¡¿Cómo iba a tener miedo de la diminuta Guardiana?! María levantó la mano para pegarle, pero Kira la detuvo, poniéndose entre las dos.

-¿Qué estás haciendo, María?-preguntó Mark, intentando calmar a los vampiros presentes.
-¡Esa....mujer, si se le puede llamar así, atacó a Scarlett y por poco la mata!-chilló la Guardiana, señalando a Scarlett y a Vanessa.

Al ver a la malherida Guardiana pelirroja, Vanessa salió corriendo y la miró abriendo los ojos de par en par, en una perfecta actuación.

-¡Scarlett! ¿Qué te pasó? ¿Quién te hizo esto? ¿Tropezaste? ¿Estás bien?-le cogió la mano, en una muestra de apoyo y cariño.

La chica la miró con asco y furia y apartó de un manotazo sus blancos dedos.

-¡Como si no lo supieras, bruja!-gruñó Scarlett.

Kira la miraba asombrado y con cierta preocupación. Se acercó a ella, observando su brazo y su cara totalmente herida y destrozada. No se podía ver, pero el golpe contra la pared le había dañado también un costado.

-Tu amiga intentó matarme.-susurró, mirándole en busca de apoyo.

Pero no lo encontró. Vanessa fingía no entender la situación y se excusó mil veces, diciendo que ella nunca sería capaz de hacer daño a un humano. Hasta le pidió perdón a Scarlett, aunque, por supuesto, negando haber echo nada. Con esa cara de niña buena...Scarlett sintió ganas de darle otro puñetazo.

-Yo...no...jamás haría eso...¡estaba preocupada por ti porque no te encontraba! Seguramente tropezaste por las escaleras, recuerdo que oí un ruído...en esta casa y por la noche es todo muy confuso y...
-¡Mentirosa!-gritó María. Mark le puso una mano en el hombro.
-¿Así es como los Guardianes intentáis que haya paz? ¿Acusando a los nuestros?-preguntó un anciano vampiro con canas en los largos cabellos finos.
-¡Es la verdad!-dijo Scarlett.

Kira agarró a Vanessa por el brazo, gesto que molestó tremendamente a Scarlett. Cada vez sentía más ganas de abofetearla.

-Pelirroja, conozco a Vanessa desde hace muchísimos años, y nunca ha tocado a ningún humano. No sería capaz de matar ni a una mosca, le cuesta hasta beber la sangre animal...tienes que confundirte.-susurró Kira, sin mirarla directamente. Vanessa asintió.
-Estaré encantada de curarte, pequeña, tú tranquila, mis manos son milagrosas.-sonrió con amabilidad Vanessa.
-¡Deja de fingir, arpía!-rugió de nuevo María, quitándose la mano de Mark del hombro.
-Oh, cielos...-suspiró Vanessa.
-¡Ya basta!-gritó Kira.-Dejad de culparla. Hay como una docena de vampiros en esta casa, ¿por qué tendría que haber sido ella?

Scarlett solo tenía ojos para Kira. Lo miraba directamente y dio un paso hacia él, insegura hasta de sí misma. Fingió que Vanessa no estaba allí, a su lado, agarrándolo como si le perteneciera.

-¿Estás diciendo...qué la crees antes que a mí?-dijo, en apenas un murmullo.

Kira tardó en responder. Todo el mundo se quedó callado.

-Esa no es la cuestión...Vanessa nunca haría nada que...
-¡Esa es la cuestión, Kira! ¡Responde! ¿La crees antes que a mí?-gritó. Sentía las lágrimas de furia escociéndole en los ojos, pero las retuvo.
-Te prometo que no hice nada.-susurró Vanessa, agachando la cabeza.
-Confío en ti.-le devolvió el susurro Kira. Luego, miró a Scarlett.-Más que en nadie.

Fue como una puñalada para Scarlett. Sonrió cansada y se dirigió a los vampiros reunidos.

-Lamento haber causado problemas. Continúen con la reunión, todo esto ha sido mi culpa, soy una novata sin experiencia y esto no debería involuclarse con la paz que todos queremos conseguir en este momento.-se inclinó, haciendo una reverencia, que entre vampiros significaba arrepentimiento.

Dirigió una última mirada a Mark en forma de disculpa, que el otro aceptó con una mirada de culpabilidad. No miró a Kira, ni a Vanessa.
Salió con rapidez de la sala, casi corriendo escaleras arriba. Ya no tenía ganas de llorar; es más, quería gritar, golpear algo y sobre todo, tirar por un acantilado a esos dos tortolitos.
María la siguió casi pisándole los talones y esperó con ella en silencio a que salieran los otros dos.
Un cuarto de hora después aparecieron Mark, que parecía satisfecho, y Kira.

-¿Qué tal ha ido?-preguntó María.
-Genial. Han aceptado nuestra propuesta de paz, al menos, temporalmente. No habrá más muertes de humanos, hemos reconciliado a los clanes.-le dirigió una mirada preocupada a Scarlett.-Siento no haberte defendido, pero la misión era más importante. Por como te comportaste al final, disculpándote, veo que lo entendiste. Estoy orgulloso.

Scarlett asintió.

-María y yo vamos yendo a la fuente. Daos prisa en venir o el Portal se cerrará.-dijo Mark, arrastrando a su prima con él.

Scarlett comprendía lo que quería. Kira y ella tenían que hablar y reconciliarse, sin embargo, era lo que menos quería ella en esos momentos. Ni si quiera podían encontrar el Portal sin un ente...Mark era una persona algo extraña, pero muy amable.
Al estar solos, ninguno de los dos habló.

-Mejor vámonos, no tengo nada que decirte.-escupió Scarlett, levantándose de la valla donde estaba apoyada.
-Pelirroja, la conozco, la comprendo, es mi amiga. Nunca te haría daño.-se puso al lado de ella, pasándose la mano por el pelo, cansado.
-¡Tu novia intentó matarme!-gritó Scarlett, alterándose sin querer.
-No es mi novia. Y respecto a lo de matarte...
-¡No! Mejor calla. ¿Por qué ibas a confiar en mí, verdad? Por supuesto, teniendo a una mujer más fuerte, más guapa y sobre todo, más astuta, ¿para qué necesitas a Scarlett? ¿Pues sabes qué te digo? ¡Vete, coge a tu novia por la que tanto babeas y tiraos los dos por un puente!-ahora que había empezado, no podía parar de desahogarse.-¡Porque sois insoportables los dos! Ella es una psicópata falsa y con dos caras y tú un engreído y estúpido! ¡Me besas y luego descubro que tienes novia! ¡Eso no le sentaría bien a nadie!

Kira la miraba y se le escapó una risita. Scarlett se puso de puntillas para mirarlo a los ojos con todo el enfado posible.

-¿¡Qué te hace tanta gracia!?
-Pensé que la discusión era por quién había atacado a quién...Y resulta que la verdadera razón es que estás celosa.-Kira la miró arqueando una ceja. La situación parecía divertirle.
-¡Oh, claro, porqué no! ¡A mí casi me matan y tú te ríes! ¡Menudo guardaespaldas más inútil eres! ¡¡¡Y no estoy celosa!!!-gritó, mientras su cara se ponía como un tomate. ¿Enfado? ¿O algo más?- ¿Celosa por ti, pedazo de idiota? ¡Nunca! ¡Ni me interesas! 
-Vaya...sí que estás celosa.

Scarlett rechinó los dientes furiosa y lo empujó con todas sus fuerzas, tomándolo por sorpresa y tirándolo al suelo.

-¿¡Y qué si lo estoy!? ¡Llevas todo el día pasando de mí, como si fuera invisible y eso es lo que más odio! Luego, viene la vampiro pirada con su intento de asesinato y tú...tú...-Scarlett lo cogió por su camiseta, acercando sus caras.-tú, imbécil, la defiendes. Tengo miles de motivos por los que estar celosa.

El híbrido no sabía si creerse lo que estaba oyendo. Intentó levantarse, pero Scarlett lo empujó de nuevo hacia el suelo. La miró con una sonrisa de arrepentimiento, mas eso no bastó a la chica.

-¿Cómo te apellidas?-le preguntó de pronto.
-Madness.-dijo él, sin entender.

Scarlett lo apuntó con el dedo índice, con la cara llena de arrugas de enfado.

-Te odio, Kira Madness.

Como respuesta, Kira se levantó, pasando totalmente de las manos de la chica, que querían dejarlo allí sentado toda la noche, como castigo. En un simple movimiento la cogió en brazos mientras Scarlett pataleaba y se resistía cuanto podía, furiosa como un gato al que acaban de atrapar.

-¡Suéltame! ¡Suéltame! ¡Puedo andar sola! ¡No necesito tu ayuda, déjame en el suelo!-gritaba, apartándose de él tanto como podía.-Te odio, te odio, te odio.
-Del amor al odio solo hay un paso.-replicó él, sin hacer caso a sus continuas patadas.
-Yo prefiero odiarte. El amor que se lo quede tu novia la sádica.-farfulló la chica, cruzándose de brazos al no poder con la fuerza de Kira.
-Perdóname, pelirroja. Pero no puedo desconfiar de Vanessa. Es mi amiga desde hace demasiado tiempo, si yo no confío en ella...nadie lo haría. Me necesita.-suspiró el híbrido revolviéndole el pelo para más enfado de la Guardiana.

Scarlett empezaba a notarse muy cansada, el sueño podía con ella. No había dormido bien la noche anterior y las heridas que tenían la debilitaban aún más. Bostezó.

-De veras lo siento. Pero has de saber que confío en ti, si alguien intentara hacerte daño, yo...-Kira no encontraba las palabras.-Si alguna vez veo a Vanessa hacerte daño...si veo con mis propios ojos que es verdad...yo...te protegería a ti. No la quiero como piensas. Creo que nunca he querido a alguien así...creo que...-sintió que se atragantaba.-creo que tú despiertas en mí unos sentimientos humanos que desconozco y no entiendo. ¿Te parecere ridículo, no?

La miró para buscar su respuesta y encontró una agradable sorpresa. Scarlett estaba dormida, agarrándose como una niña a su chaqueta y con la frente fruncida. Kira posó un dedo sobre su ceño y este se alisó. Rió por lo bajo, suspirando y la alzó un poco entre sus brazos para darle un tenue beso en la frente.

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¡Otro premio más! ¡Qué maravilla!
Este me lo ha dado Patricia, del blog Tres destinos para un final, blog súper recomendado con una historia genial y otras dos más por colgar.
Hay que nominar a una persona menos que quién te lo entregó, y como Patricia solo me nominó a mí...¡no puedo nominar a nadie, jeje! 



El premio tiene algunas preguntas:



  • ¿Cuál es tu clásico favorito de Disney? La Bella y la Bestia <3
  • ¿Con cuál de los personajes te identificas más, y por qué? Con Bella, porque le encantan los libros, pero casi nadie la entiende y piensan que no sirven para nada. 
  • ¿Qué príncipe te gusta más? Alddin, es taaaaaaaan majo *-*
  • ¿Cuál es el villano de Disney que más te gusta? Shan Yu ê.ê
  • ¿Cuál es tu personaje favorito en general? Mulán(: (En cierto modo me recuerda a Scarlett)
  • ¿Cuál es la canción de los Clásicos de Disney que más te gusta? "Parte de él" (La Sirenita), Hijo de Hombre (Tarzán) y la que más me gusta que le tengo muchísimo cariño "Bella y Bestia son" (La Bella y la Bestia)
  • ¿Cuál es para ti la mejor trama de Disney? La Bella y la Bestia (sí, se nota que amo la película) y Mulán
  • ¿Cuál es la escena que consideras más emotiva? Cuando separan a Dumbo de su madre :'( Dios, como lloraba de pequeña. (Mentira, lo sigo haciendo)
  • ¿Cuál es la más graciosa? Todas las coñas que hacía Mushu (Mulán) xDDD
  • ¿Qué historia tiene mejor final? Aladdín o...*sorpresa* ¡La Bella y la Bestia!

domingo, 28 de agosto de 2011

¡Premio! *Emoción, emoción*

¡Hola a todos/as! Estoy muuuuy emocionada porque he recibido dos nuevos premios por parte de Ana Draghia, del blog Las Hilanderas
(Que maldita sea, hace que me emocione. Quizá deba cortarle las manos por tocar tantos libros y ser tan buena escritora. *Momento Julian xD*)
Ella es una amable y buena persona a la que he obligado a leer mi historia por participar en su concurso...soy tan cruel ê_ê (Bueno, esto en parte es mentira. Le gustaba la historia. Sí, lo sé ahora no me creeréis xD)


Vale, pasamos a lo interesante. ¡De qué va el premio!
 

                                                    Premio PARTE DE MÍ

  Reglas:

1) Nombra a quien te premie y su blog.
2) Premia a 10 blogs que formen parte de ti.
3) Escribe 3 mentiras y 3 verdades.

1) Bueno, ya nombré a Ana y a su blog al principio.
2) Carlos, por su blog El Poder de la Princesa
    Leyre, por su blog Memorias de una caracola
    Patricia, por su blog Tres destinos para un final
    Yary, por su blog Tras el espejo
    Alba, por su blog Segunda oportunidad de vivir
    Nanna Doyle, por su blog Rastreadores de dragones
    Patricia(otra), por su blog La vida amorosa de Amy
    Ana, por su blog Las Hilanderas
    Alec, por su blog Alec surrealista history
 
3) Verdades:
    -Cuando hay lasaña me convierto en Garfield.
    -Me encanta poner posdatas. 
    -Quiero ser periodista. 
    Mentiras:
    -Las arañas me parecen bichitos encantadores.
    -Tengo mucha paciencicia.
    -No me gusta leer. 

viernes, 26 de agosto de 2011

Scarlett y Larissa Music Theme!

Como de costumbre os traigo una sorpresita entre capítulo y capítulo.
¡Vídeo nuevo! Cada personaje tiene una canción, que bien por la letra o por el ritmo se refleja con su personalidad. Hoy tocan Scarlett y Larissa. Las dos canciones fueron elegidas por la letra, la traducción está bajo el vídeo. ¡Espero que os guste, lectores!
(Os recomiendo agrandarlo o verlo en Youtube porque tiene cosas que leer)
[Capítulo 18 en la entrada anterior]


Traducción de "You'll be in my heart";

Ven, deja de llorar.
Todo estará bien.
Sólo toma mi mano,
Tómala fuerte.
Yo te protegeré
De todo lo que te rodea.
Yo estaré aquí,
No llores.
A pesar de ser tan pequeño,
Pareces tan fuerte.
Mis brazos te sostendrán,
Manteniéndote seguro y caliente.
Este vínculo entre nosotros
No puede romperse.
Yo estaré aquí,
No llores.
Porque estarás en mi corazón.
Sí, estarás en mi corazón.
Desde hoy,
Ahora y para siempre.
Estarás en mi corazón,
No importa lo que digan.
Estarás aquí, en mi corazón, siempre.
¿Por qué no pueden entender
Cómo nos sentimos?
Simplemente no confían
En lo que no pueden explicar.
Sé que somos diferentes pero,
Muy dentro de nosotros,
No somos tan diferentes del todo.
Y estarás en mi corazón.
Sí, estarás en mi corazón.
Desde hoy,
Ahora y para siempre.
No los escuches,
Porque ¿qué saben ellos?
Nos necesitamos el uno al otro,
Para tenernos, para aguantar.
Verán con el tiempo,
Lo sé.
Cuando el destino te llama,
Debes ser fuerte.
Quizás no esté contigo,
Pero debes sobrevivir.
Verán con el tiempo,
Lo sé.
Juntos les mostraremos.
Porque estarás en mi corazón.
Sí, estarás en mi corazón.
Desde hoy,
Ahora y para siempre.
Traducción de "I feel like a woman!";
Voy a salir esta noche-Me siento bien
Voy a dejar todo colgando
Quiero hacer algo de ruido-realmente levantar mi voz
Sí, deseo gritar y gritar
Ninguna inhibición-hace ninguna condición
Salirme un poco de la raya
No voy a actuar políticamente correcta
Yo solo quiero pasarla bien

La mejor cosa sobre ser una mujer
Es la prerrogativa para tener un poco de diversión y...

Oh, oh, oh, vuélvete totalmente loco-olvida que soy una dama
Camisas de hombre-Faldas cortas
Oh, oh, oh, realmente vuélvete salvaje-sí, haciéndolo con estilo
Oh, oh, oh, entra en la acción-siente la atracción
Colorea mi pelo-haz lo que me atreva
Oh, oh, oh, Quiero ser libre, sí, para sentir de la manera que me siento
¡Hombre! ¡Me siento Como Una Mujer!

Las chicas necesitan un descanso esta noche, vamos a tomar
La oportunidad de salir de la ciudad
No necesitamos romance-solo queremos bailar
Vamos a dejar nuestro pelo suelto

La mejor cosa sobre ser una mujer
Es la prerrogativa para tener un poco de diversión y...

Oh, oh, oh, vuélvete totalmente loco-olvida que soy una dama
Camisas de hombre-Faldas cortas
Oh, oh, oh, realmente vuélvete salvaje-sí, haciéndolo con estilo
Oh, oh, oh, entra en la acción-siente la atracción
Colorea mi pelo-haz lo que me atreva
Oh, oh, oh, Quiero ser libre, sí, para sentir de la manera que me siento
¡Hombre! ¡Me siento Como Una Mujer!

La mejor cosa sobre ser una mujer
Es la prerrogativa para tener un poco de diversión y...

Oh, oh, oh, vuélvete totalmente loco-olvida que soy una dama
Camisas de hombre-Faldas cortas
Oh, oh, oh, realmente vuélvete salvaje-sí, haciéndolo con estilo
Oh, oh, oh, entra en la acción-siente la atracción
Colorea mi pelo-haz lo que me atreva
Oh, oh, oh, Quiero ser libre, sí, para sentir de la manera que me siento
¡Hombre! ¡Me siento Como Una Mujer!

Me vuelvo totalmente loca
Puedes sentirlo
Vamos, vamos, vamos bebé
¡Me siento Como Una Mujer!

martes, 23 de agosto de 2011

18-Con una venda en los ojos

 Nota de la autora: ¡Adoro leer vuestros comentarios! Podéis lanzarme tomates, hacer críticas constructivas, piropear a la autora ( esto sobre todo jajajaja!) y decirme cualquier cosa. He visto que hay una división entre mis lectoras/es... KIRA vs JULIAN.
Por ese motivo he puesto una encuesta (¡otra más!) al margen derecho que os interesará mirar.
Por cierto, aunque dejéis un comentario en el CAP 1 lo voy a leer igual. ¡A comentar y leer se ha dicho! 
PD: Capítulo no apto para personas con frecuentes ataques al corazón.

                                                    *********
Eran las doce menos cuarto de la noche y la Casa Gris estaba sumida en el silencio, solo se oía el zumbar de la pluma en el despacho de Dáranir y la respiración pausada de los demás.
Scarlett dormía profundamente en su cama dando vueltas. Después de su reencuentro con Larissa había estado aturdida y algo deprimida durante el resto del día. Cuando cenaron estuvo a punto de derramar toda la sopa encima del pobre Mark, que le restó importancia.
Ahora por fin podía descansar un poco, pero algo la tenía preocupada en sus sueños. Y con razón.
Por la ventana abierta de par en par entraron figuras oscuras, como sombras en la noche, a las que solo se las podía ver por la luz de las lunas. Tenían rostro y en unos segundos ocuparon toda la habitación, acercándose a Scarlett y abriendo sus manos, tocando la piel de la chica en una macabra caricia. Las sombras levantaron las comisuras de sus extraños labios, en una sádica sonrisa.
Poco a poco se transformaron en humo, entrando así por la nariz y las orejas de Scarlett, que daba golpes dormida con el ceño fruncido intentando apartar a un enemigo invisible.

Un túnel oscuro y maloliente con antorchas encendidas en ambos lados parecía acercarse más y más a ella. Ya estaba dentro. Caminó con pasos inseguros; estaba descalza, tenía frío...y miedo.
De repente, desde el fondo del túnel llegó la voz. Atravesó sus oídos y llegó hasta su corazón como un susurro salido del mismísimo infierno. La voz decía palabras en otro idioma, pero ella comprendió su mensaje. Era un mensaje de muerte.
Quería huír, no volver a ese lugar, escapar. Se giró en todas direcciones y detrás de ella vio un hermoso campo lleno de flores y al fondo una cascada. Corrió y corrió hasta que se hizo heridas en los pies para llegar a ese maravilloso lugar que sería su salvación.

En medio de su sueño, Scarlett se levantó de la cama con los ojos aún cerrados y caminó hasta la puerta. La abrió y salió al pasillo.

¡La pradera estaba cerca! Solo unos metros más. Miró hacia atrás. Las sombras sonrientes la perseguían y extendían sus manos negras hacia la chica. Gritó, pero no escuchó su voz. Esuchaba el agua de la cascada golpear con fuerza en el lago en el que acababa. Era tan hermoso y cálido...

La lluvia caía por toda la terraza sobre la piedra de la barandilla y el suelo, haciendo un sonido relajante y fuerte. Scarlett, en camisón, empujó las puertas para poder llegar hasta la terraza. Comenzó a empaparse, pero siguió caminando.

Subió la pequeña colina para llegar hasta lo más alto de la preciosa cascada de agua cristalina. Las sombras no podían cogerla ahí. Estaba a salvo. Suspiró aliviada y miró hacia abajo, era una gran altura, sin embargo, no sentía miedo alguno. Abajo, en el agua, su familia le sonreía.
Vio a sus padres, a sus abuelos, sus hermanos...todos extendían los brazos riéndose. Parecían divertirse. Ella quería unirse a su diversión. Los había echado tanto de menos...

Sonriendo feliz se arrimó a la barandilla, como si nada más existiera a su alrededor y se subió a ella, poniéndose de pie encima. Estaba mojada por la tormenta. Se rió mirando hacia abajo y saludó con energías a los que pensaba que estaban allí.

Por fin podría reunirse con su querida familia. Podría hablar y reír con todos ellos, abrazarles. Se dispuso a saltar, solo era un paso y estaría con ellos.

Gritó de alegría y se dejó caer, sin más.

<<Papá, mamá...al fin juntos>>

-¡NOO! ¡SCARLETT!

<<¿Por qué no puedo estar con ellos? Quiero estar con ellos>>

-¡Scarlett vuelve en ti! ¡Estás sonámbula!

<<Reconozco esa voz. ¿Julian?>>

Abrió los ojos, y no debió hacerlo. Estaba empapada por completo y también muerta si la mano de Julian no la estuviera sujetando. Él se agarraba como podía a la barandilla y con lentitud la subió, hasta que los dos estuvieron sentados en el suelo de piedra. No sabía qué decir, ni qué hacer. ¿Cómo había llegado allí? Espera...¿intentaba suicidarse?

-¡Imbécil! ¡Por poco te matas y me matas a mí contigo! ¡¿Por qué no dijiste que eras sonámbula?! ¡Eres una imprudente, niña estúpida, tú...!

Se calló de pronto al sentir que Scarlett lo abrazaba, pasando los brazos por su pecho y agarrando por detrás la camisa de Julian. Con el empujón ambos cayeron al suelo. Scarlett temblaba asustada y las lágrimas le caían entre temblores por las mejillas.

-Yo...yo...no sé que me está...sucediendo...-balbuceó.
-Ya ha pasado todo. ¿Estás bien?

La chica le miró llorando y el corazón del Elementar de Viento dio un vuelco. Sonrió aún temblando y más lágrimas asustadizas le resbalaron por la cara.

-Creo que sí.
-Yo no estoy tan seguro.-contestó una voz desde la puerta.

Kira los miraba y realmente, no parecía Kira. Estaba serio y...¿asustado? Al ver llorar a Scarlett su expresión cambió, enfadándose de pronto. De dos zancadas llegó hasta ellos, apartó a Julian de un golpe seco y agarró a la chica por la cintura y las piernas, cogiéndola en brazos.
Julian fue hacia él y lo agarró del brazo, haciendo que Kira se girara.

-¿Qué te crees que haces, híbrido?-le espetó gritando.
-Esto es mi culpa. Heline me advirtió que algo sucedería e hice oídos sordos. Maldita sea.-no era seguro si le estaba respondiendo o hablando consigo mismo.
-Kira...-susurró Scarlett, solo medio consciente.
-Duerme.-le ordenó él.

Julian le dio un empujón por la espalda al medio demonio.

-¡Mírame cuando te hablo!

Kira le miró con furia, una furia que ya no estaba del todo contenida. Agarró a Scarlett con un poco más de fuerza, evitando hacerle daño y miró a Julian. Estaba serio, no había ni una pizca de su habitual sonrisa burlona.

-Veo que no he dejado las cosas del todo claras.-dijo con un tono tranquilo y frío como el hielo.-Me ocuparé de que lo entiendas ahora. Esto ha sido mi culpa, pero no volveré a descuidarme así. No tienes que volver a meterte en estos asuntos.

A Julian le rechinaron con los dientes.

-¿Y qué ocurre si quiero hacerlo?-gruñó con la frente fruncida.-Porque ya veo que tu manera de protegerla no es muy efectiva que digamos.
-Mejor cállate ya. Solo consigues que mis ganas de partirte la cara aumenten, July.-contestó en tono seco mirando a Scarlett. Estaba inconsciente, dormida o quizá desmayada.
-Al pasar por su habitación os escuché discutir antes. ¿Dónde quedó lo de: Tú y yo no somos amigos, pelirroja. Yo solo tengo caprichos, tú no eres distinta.? La gente no se molesta tanto en proteger a un simple capricho, Kira.

Kira hizo una mueca de desprecio y escupió al suelo. Nunca lo había llamado por su nombre.
-Eso no te incumbe. Si tienes algún problema ve a reclamaciones.-volvía a tener su típica sonrisa.
-Nunca te tomará en serio.-dijo Julian, justo cuando Kira ya entraba al salón y depositaba a Scarlett en un sofá.
-¿Tomarme en serio?-miró al Elementar con una ceja alzada.-Por favor, ni yo mismo lo hago.



                                                                    ***


Scarlett durmió tranquila lo que quedaba de noche y poco después del amanecer se levantó para estirarse. Notaba todo el cuerpo con magulladuras y algo contracturado. No le gustaba nada dormir en los sofás. De pronto le llegó el recuerdo de como había llegado ahí. Kira la había cogido en brazos mientras discutía con Julian en la terraza. Recordó como casi cae desde la barandilla...y se estremeció. Desde luego, cada vez odiaba más las alturas.
Fue hasta su habitación para ponerse el equipo de Guardiana; ese día tenían la nueva misión. ¡Las misiones no paraban de llegar! Habían acabado con el gigante y ya tenían otra tarea. Bueno, eso significaba ser Guardián: trabajo.
Le encantaba el equipo negro que utilizaban para las misiones, era de un material extraño, mezcla del cuero y el algodón con otro elemento. Fue hacia un espejo y miró su rostro reflejado. Tenía ojeras muy marcadas y la piel más pálida de lo habitual.


Aquellos sueños la estaban volviendo loca. Se ató el pelo en una coleta alta y se puso la chaqueta del equipo por encima de una camiseta de manga larga, los pantalones y las botas; las ató con fuerza haciendo un doble nudo.
Nada más salir por la puerta encontró a Julian sentado al lado, con expresión entre huraña y preocupada. La miró de arriba a abajo.

-Te queda bien.-dijo sin más.

Scarlett asintió con desgana, pero le sonrió. No era la primera vez que la veía con el equipo, estaba extrañamente amable.

-Gracias. Siento...lo de anoche.-susurró, mirando hacia otro lado. Estaba algo avergonzada aún por haber causado tantos problemas.
-La culpa fue del híbrido. Siempre es de él.
-¿Qué?-dijo ella sin haberle entendido del todo bien.
-Nada. Mark y María han preparado las monturas, están en el patio. Debéis partir ya.

Cuando llegaron ya estaban todos subidos a sus respectivos caballos y preparados para irse. María estaba demasiado emocionada, chillando que por fin iría a una misión con Scarlett. En otra ocasión habría sonreído, pero después de los sucesos de la velada estaba algo ida.
El Portal estaba bastante cerca, en media hora se llegaba. Fueron al trote, sin apresurarse. Mark le explicó que cuando llegaran sería de noche. Al oír eso Kira se alarmó y picó con los talones a Ecoh, para situarse al lado del líder de la misión; Mark.

-¿Vamos a entrar a una guarida de vampiros por la noche? Eso nos causará muchos problemas, sería mejor esperar a que sea de día en la Tierra.-le aconsejó.
-No queremos atacarlos, queremos que se reconcilien entre ellos. Las peleas que están teniendo últimamente terminan con cadáveres de humanos y mucha, mucha sangre. Si se resuelven esas disputas, no habrá más muertes sin sentido.-contestó Mark con aire paciente, echándole de vez en cuando una ojeada a Kira.
-¿Dónde quedó tu valentía, híbrido?-preguntó Mark, no muy en serio.
-Me temo que confundes ser valiente con ser estúpido. Llegaremos en noche cerrada, la peor hora. Cerca del alba sería más sensato.-dijo Kira.
-Bueno, ahora yo estoy al cargo y opto por seguir el plan tal cual se planeó.

Scarlett cabalgaba al lado de  María, que no para de parlotear sobre cualquier cosa, pero ella estaba ocupada escuchando la conversación que tenían más adelante. En realidad, la opción de Kira le parecía más razonable, pero respetaba a Mark y no quería contradecirle. El líder es el líder. Chelsea se había encargado de lo que se le quedara grabado en la cabeza, aunque una vocecilla en su mente no quería aceptar el plan.

-Los vampiros no son monstruos que se dominen con un látigo o una espada. Atacan por la espalda, a traición y son sigilosos. No me extrañaría que fuéramos cuatro y volviéramos dos.-ironizó Kira, sacudiéndose los negros cabellos que se le metían en los ojos.
-Somos Guardianes. Está contra la ley de los cuatro reyes matar a un Guardián.

Kira bufó y una sonrisa de mofa asomó en sus labios.

-Oh, vaya. Creo que se te olvida un detallito sin importancia: Vamos a otro mundo. Otras leyes. Otros reyes. Además, los vampiros de la Tierra son desterrados, por lo que os guardarán un poco, y cuando digo un poco me refiero a mucho, de rencor, o desertores que se negaron a aceptar la construcción del Gran Muro. ¡Oh,cielos! Muro que ayudasteis a construir.-le miró con la burla en los labios y la rabia en los ojos.-Sin embargo, quizá nos inviten a tomar algo de té y pastel.
-¿Pastel? ¿Dónde?-preguntó María con los ojos brillantes por el hambre.

Kira rió entre dientes sin contestar y miró a Mark, que estaba en silencio, meditando.

-Nos odias. Por el Gran Muro.-fue lo único que dijo.
-No. Os odio porque si vuestro rey os lo pidiera mataríais hasta a un niño.

Silencio. Y otra sonrisa cansada de Kira.

-Ante la evidencia, sobran palabras.

Mark picó las espuelas para adelantarse al grupo y con una señal ordenó a Kira seguirle.

-Entonces también las odias a ellas.-puntualizó el Guardián, señalando con la cabeza a María y Scarlett.

Por un momento, pareció que Kira iba a escupirle a la cara, pero no sucedió nada.

-La pelirroja es demasiado inocente, tiene una venda sobre los ojos. Es como un bebé; aprende lo que vosotros queréis que aprenda, escucha lo que queréis que escuche y ve lo que queréis que vea. Algún día se quitará la venda y crecerá, entonces se dará cuenta de que esto no es un cuento de hadas.-se rascó el mentón con desgana, sin mirar siquiera con quien hablaba.-En cuanto a María, proviene de una familia rica y noble, no ha tenido jamás problemas a los que enfrentarse. Tiene quince años y se ha pasado la mitad de esos quince entrenando en un castillo y la otra mitad en una Casa, cumpliendo misiones como matar a monstruos feos. Me apuesto lo que sea a que nunca ha visto a un hombre ser ejecutado.

Mark frenó su montura de pronto y Kira, sorprendido, hizo lo mismo.

-Somos de la misma opinión, híbrido. Y espero que nunca se les quite esa venda que tienen, que nunca tengan que ver como es la realidad.

Kira lo miró y por primera vez no vio a un Guardián, si no a un hombre leal y noble.

-No las puedes proteger para siempre.-dijo Kira, con cierta compasión.
-Puedo intentarlo.-contestó Mark.


En frente de ellos estaba la enorme fuente blanca, en mitad de una pradera. Scarlett frunció el ceño; la última vez que había visto el Portal se encontraba en la calle Vludt, un lugar al que no querría volver. Bajaron todos de los caballos y Kira le dio un codazo suave.

-El Portal cambia de lugar constantemente.-la informó, mientras acariciaba las crines negras de Ecoh.
-Entonces, ¿cómo supimos dónde estaba?
-Cualquier ente puede encontrarlo esté donde esté. Es intuición. Y yo, pelirroja, que recuerde, soy un ente.
-Se me hará muy raro volver a la Tierra ahora...-suspiró Scarlett. Mark ya se había metido en la fuente tomando a María de la mano, así que ella metió los pies y...desapareció.



                                                                           ***



Fue un aterrizaje forzoso. El mundo daba vueltas y no sabía donde estaba el cielo y donde el suelo, lo veía todo blanco y gris, hasta que cayó al vacío, un vacío que resultó ser el suelo de New York a las dos de la mañana. Miró hacia todas partes sorprendida; nunca había estado allí, Larissa y ella siempre vivieron en un pequeño pueblo al sur de Francia. Las luces de los edificios y rascacielos alumbraban más que la luna o las estrellas, y después de tanto tiempo en el Submundo, ya no estaba acostumbrada a la electricidad. La luna. Era redonda, blanca y pequeña, nada comparado con las dos lunas enormes y con color del Submundo. No se veían las estrellas.
A su lado había un coche todoterreno negro con cristales tintados y un chico poco mayor que ella apoyado en él. Llevaba puesta una chaqueta motera de cuero negro, con una camiseta de manga corta azul clara por debajo y unos vaqueros desgastados y rotos. Converse negras. Ella llevaba su equipo de Guardiana. Tenía sus dudas, pero estaba casi segura de que aquel chico era...

-¿Dónde te habías metido, pelirroja? He llegado diez minutos antes. Venga, cámbiate de ropa. Estamos en territorio de vampiros y desentonas mucho.

-¿María y Mark?-preguntó mientras Kira le pasaba una bolsa de ropa del interior del coche.-Por cierto, ¿cómo es que tienes las llaves? ¿¡Lo has robado!?
-Shhh.-le puso una mano sobre la boca, sonriéndole de medio lado.-Robar es una palabra muy fea. Y en cuanto a esos dos, no tengo ni idea de dónde están. Ha pasado algo con el Portal mientras entrábamos.
-Maravilloso.-dijo Scarlett sarcásticamente.

Acabo de vestirse y rió al comparar. Iban muy parecidos. La misma chaqueta motera negra de cuero, pantalones vaqueros, aunque los suyos eran ajustados y sin roturas, converse negras y una camiseta azul, aunque la suya también era más oscura. Kira la miró de arriba a abajo y luego se miró a si mismo riendo.

-Bueno, estás más sexy con el equipo de Guardiana, pero no hay queja.

Scarlett se sonrojó y le dio un golpe en el brazo, empujándole.

-Cállate.

Doblando una esquina aparecieron tres hombres extremadamente pálidos y riendo. Uno de ellos se limpio un hilo de sangre que le corría por la comisura de los labios. Se movían de una forma parecida a Kira al andar; como felinos, sigilosos y elegantes, pero no aportaban esa seguridad en sí mismo que tenía él.

-Mierda.-susurró Kira.
-¿Vampiros?
-Sí. Y creo que les parecemos sospechosos. Eso, o tienen hambre.

En efecto, los tres vampiros los miraban con cautela y curiosidad. ¿Qué hacían dos jóvenes a las dos de la mañana charlando delante de un coche, tan cerca de una guarida de vampiros?

-Tu abuela fue a muchas misiones en la Tierra y trataba con los de su especie. Te pareces demasiado a ella. Si la recuerdan, estamos muertos.
-¿Dónde queda tu valentía, híbrido?-le dijo Scarlett, poniendo la voz de Mark para aliviar la tensión. Eso solo provocó más nervios.
-Finge.-le susurró Kira.
-¿Qué?
-¡Qué finjas!

Scarlett lo miró sin entender, pero los vampiros se estaban acercando y Kira se hizo entender con rapidez. En un abrir y cerrar de ojos la agarró por las piernas apoyándola contra el coche y pegó a ella lo más que pudo. Y simplemente, la besó.
Scarlett se quedó a cuadros, con los ojos abiertos como platos sin saber qué demonios estaban haciendo. No fue un beso romántico. No sintió nada. Y al parecer, Kira tampoco. Fue seco y largo, como si estuvieran actuando. Al fin y al cabo, era lo que estaban haciendo.

-Vuelves a tener la cara más roja que el pelo.-susurró el híbrido con una sonrisilla pícara al apartarse.
-...
-Los vampiros se han ido, al parecer no tenían hambre.
-Qué frío.-susurró Scarlett para sí misma. Luego, muy lentamente, se dio cuenta de que le acababan de robar su primer beso y enrojeció otra vez hasta las cejas.
 Se metió en el coche como una bala en el asiento del copiloto queriendo que la tierra la tragara. Kira entró y se sentó en el asiento del conductor con una sonrisa de burla que no se le borraría en mucho tiempo.

-Finges muy bien, pelirroja.
-Cá...cállate, por favor.-contestó, poniéndose la mano en la cara para que no viera lo avergonzada que se sentía.
-¿Y sabes qué es lo mejor?-le preguntó, riendo de nuevo.
-No sé si quiero saberlo...
-Que July se pondrá echo una fiera.
-Creo...creo que tenemos una misión.

De pronto se apartó bruscamente y se bajó con rapidez del auto. Scarlett hizo lo mismo, más confundida que nunca. Delante de ellos había una mujer, estaba oscuro y Scarlett no la pudo ver bien, pero era más alta que ella y desde luego parecía tener un mejor cuerpo. Una farola la alumbró y cuando vio al híbrido se quedó sin palabras. Luego, sonrió. Una sonrisa tan seductora que Larissa la habría aceptado.

-Kira.-siseó la mujer, con voz suave.-¿Cuánto ha pasado? ¿Diez años? ¿Pero qué son diez años para un vampiro y un demonio?

Scarlett lo miró.

-¿Demonio?

No recibió respuesta de Kira.

-Oh. ¿ Y tú quién eres? 
-Soy Scarlett, una Guard...

Kira le tapó de nuevo la boca y Scarlett bufó cruzándose de brazos.

-Es alguien con quien trabajo.

<<¿Alguien con quién trabajas? ¡Pues acabas de besar a ese alguien!>> pensó Scarlett, molesta, un poco consigo misma y un poco con él. Apartó su mano y miró a la hermosa mujer.

-Aún no sé quién eres.
La mujer se acercó más. Dios, era demasiado guapa.

-Mi nombre es Vanessa. Soy la novia de Kira.